Cultura Maya
Desde el punto de vista temporal, la larga historia de la cultura maya se inicia en el Formativo y se extiende hasta la Conquista española. Abarca, por lo tanto, unos 2.600 años, separados en tres períodos: Formativo, entre el siglo X a. C. y el siglo III d. C.; Clásico (siglos III al X d. C.); y Posclásico, de la décima centuria a la Conquista.
Periodo Formativo
En la etapa formativa, pequeñas comunidades procedentes del altiplano guatemalteco se asentaron en el Petén, fundando pequeños poblados que recibieron pocos siglos antes de la Era Cristiana las influencias de Izapa, una cultura de origen olmeca situada en la costa pacífica de Guatemala. A partir del año 300 d. C. aparecen los grandes centros ceremoniales característicos de la cultura maya: Tikal, Uaxactún, Naraqjo, Nakún y Yaxhá.
Un factor que, sin duda, contribuyó de manera decisiva al crecimiento de las ciudades de la cultura maya fue la presencia de una poderosa colonia teotihuacana en Kaminaljuyú, en los altos de Guatemala. La progresiva desaparición del poder de Teotihuacán en la región creó una grave crisis política que se prolongó del 534 al 593 d. C.
Periodo Clásico
La restauración de la paz social abrió una nueva fase histórica: el Clásico Tardío (600-900 d. C.), caracterizado por una explosión cultural impulsada por los gobernantes de las grandes ciudades-estado del período (Tikal, Palenque, Copán, Quiriguá, Yaxchilán, Bonampak o Piedras Negras). La historia de estas localidades se conoce a grandes rasgos gracias al desciframiento parcial de la escritura jeroglífica de la cultura maya. Así, por ejemplo, sabemos que 18 Jog, soberano de Copán, fue derrotado por Cauac Caan de Quiriguá, y que el personaje enterrado bajo el Templo de las Inscripciones de Palenque se llamaba Pacal.
A lo largo de los siglos IX y X se produjo una gravísima crisis que finalizó con el hundimiento total de la cultura maya. Las razones de este colapso se desconocen, pero sus consecuencias no encierran misterio alguno: las ciudades, manifestación material del poder de los reyes-dioses, se abandonaron y la población volvió al sistema político igualitario de los primeros tiempos del Formativo.
Periodo Posclásico
El colapso afectó menos a los diminutos Estados de la península del Yucatán, una zona marginal durante el período Clásico que se convirtió en la heredera de la refinada cultura de las tierras centrales. La historia de los mayas yucatecos se extiende a lo largo del período Posclásico y puede dividirse en tres fases.
Primer periodo posclásico
La primera gira alrededor de Chichén Itzá, un antiguo asentamiento clásico que fue ocupado hacia el año 987 de nuestra Era por los itzá, un grupo étnico procedente de las costas tabasqueñas muy influido por la cultura militarista del Altiplano. Posteriormente, una nueva oleada invasora formada por gentes aún más toltequizadas, cuyo gobernante llevaba el título de Kukulcán (Serpiente Emplumada), pobló Mayapán, creando una urbe claramente tolteca en lo que se refiere a costumbres y creencias religiosas.
Segundo periodo posclásico
La segunda fase se inició cuando la dinastía cocom de Mayapán, ayudada por mercenarios procedentes del México Central, derrotó a los itzá al comenzar el siglo XIII, e instauró un sistema político despótico que duró hasta el 1441; fecha en que fue destruida por una liga de ciudades-estado capitaneada por Ah Xupán Xiú, señor de Uxmal.
Último periodo posclásico
La caída de Mayapán inició un periodo de conflictos civiles y guerras que enfrentó a una veintena de pequeñas ciudades-estado. Las discordias internas existentes entre los distintos estados dificultarían la conquista española hasta tal punto que Tayasal, el último reducto maya de Petén, no capituló sino en 1697, setenta años después de la llegada del capitán español Francisco de Montejo al Yucatán.
Ubicación Geográfica
La cultura maya comprende el territorio de los actuales Estados mexicanos de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, parte de los de Tabasco y Chiapas, los Departamentos guatemaltecos de Petén e Izabal, el noroeste de Honduras, y Belice. En total unos 280.000 km cuadrados. El Mayab o País de los mayas se divide en tres zonas ecológicas: la península del Yucatán, la zona central del Petén y las Tierras Altas de Chiapas y Guatemala. De las tres, la más problemática para el progreso humano es la central, ya que la abundancia de lluvias, ríos y pantanos crea un denso bosque de tipo tropical. Paradójicamente, fue en este difícil hábitat donde la cultura maya alcanzaron su mayor esplendor.
Organización Social
La estratificación social de la cultura maya se basaba en el parentesco. Este hecho, sin embargo, no indica que los mayas formasen una sociedad igualitaria porque sus clanes se dividían en linajes (grupos de familias) inferiores y superiores, según estuviesen más o menos alejados del antepasado fundador. De forma que los descendientes directos del hijo primogénito del creador del clan ocupaban la posición social más elevada, los linajes procedentes de los primogénitos de sus hermanos, la escala inmediatamente inferior, y así sucesivamente. En términos socioeconómicos, el grado de relación con la línea directa del antepasado daba origen a auténticas castas cerradas que condicionaban totalmente la vida de una persona.
Los agricultores mantenían a los parientes nobles con sus cosechas, construían los templos y los palacios donde vivían, peleaban en las guerras y debían entregar de tiempo en tiempo ofrendas para los dioses. A cambio de ello, recibían una pequeña parcela de 4 ó 5 ha en usufructo, así como el derecho a levantar una pequeña choza en un lugar que, por supuesto, dependía de la posición social de la familia.
Los esclavos se encontraban al margen del sistema de parentesco, pero de hecho estaban incluidos en él, pues los hijos de los pentacoob nacían esclavos. Las razones que conducían a la esclavitud no diferían mucho de las griegas o romanas: la guerra, la delincuencia o el nacimiento.
El sistema, pensado para comunidades agrícolas autosuficientes, se modificó a medida que el crecimiento general creaba nuevas necesidades. Las castas secundarias, como la de los comerciantes o los guerreros, se desarrollaron con tanta rapidez que tal vez llegaron a poner en peligro el orden social tradicional. Al respecto resulta importante señalar que los mayas, en contra de la creencia popular, no fueron un pacífico pueblo de campesinos regidos por intelectuales, sino una sociedad tan guerrera como cualquier otra.
Economía
En el plano económico, la cultura maya sacó el máximo rendimiento a sus tierras. La actividad agrícola, la principal rama de la producción, se organizaba de acuerdo con el principio de parentesco, lo cual implicaba que la tierra pertenecía al Ahau, encarnación del grupo, quien la distribuía en función de las necesidades de cada familia.
Las cosechas quedaban en poder del campesino, si bien este debía entregar una parte al señor para contribuir al sostenimiento de la familia domínante y del aparato burocrático. La recompensa por esta cesión era doble, por un lado, el linaje gobernante aseguraba la existencia de los campesinos en épocas de crisis al suministrarles alimentos y ropas procedentes de los almacenes del Estado; por el otro, efectuaba los ritos necesarios para atraerse el favor de los dioses de la lluvia y la vegetación.
El Comercio
El comercio, estaba controlado por el Hombre verdadero y era ejercido por la casta hereditaria de los comerciantes, quienes crearon una gigantesca red mercantil. A través de ella se importaban mercancías de lujo procedentes de Teotihuacán y otros lugares de Mesoamérica (jade, sal, plumas de quetzal, etc.) y se exportaban piezas artesanales y productos locales (cacao, algodón, hule, etc.). Un factor que favoreció el crecimiento del comercio fue el complejo sistema hidrológico de las tierras centrales que proporcionaba a los mercaderes mayas vías de comunicación rápidas y cómodas.
Educación y Disciplina entre los mayas
En el caso de los mayas existía la excepción a la regla hasta la edad de los cuatro años cuando tanto niños como niñas se les permitía una amplia libertad al dejarles andar completamente desnudos en el caso de los varones—solo llevaban una coleta en la frente con canicas amarradas— y las niñas con una concha (caparazón) roja amarrada a la cintura para cubrir el pubis. Era obligación de los padres el enseñar con el ejemplo de tal manera que cuidaban de su comportamiento delante de sus hijos, bajo ninguna circunstancia se les corregía mediante el regaño y mucho menos mediante algún castigo físico. Se les procuraba cuidado y protección dejándoles aprender mediante juegos, música y danza, se les permitía correr, trepar árboles, etc. a fin de que descubrieran sus capacidades físicas. Se les aseaba diario mediante baños de temazcal o bien con agua calentada al sol.
Una vez que cumplían cuatro años se les comenzaba a enseñar el respeto por los dioses y las costumbres de las sociedades. Además se les comenzada asignar algunas tareas en compañía de los adulto para ser supervisados por estos. Ya se les comenzaba a entrenar de manera más formal para que cada uno fuese adquiriendo el papel que les correspondía dentro del marco social. Por ello la disciplina se volvía más rígida permitiendo corrección verbal o física. Para poder ilustrar esto recurro al varios ejemplos: los mayas tenían por sagrada la vida de todas las criaturas y solo podía tomarse la vida de cualquier ser si este serbia como alimento a otro. Si un muchacho o varios de ellos mataban a una criatura solo por el hecho de divertirse se les sometía a uno o varios días de ayuno para que aprendiesen a valorar la vida de las criaturas que habían creado los dioses. Adicional a esto se les punzaba los muslos mediante púas de maguey. El mismo correctivo se les aplicaba si eran sorprendidos desperdiciando la comida que los dioses procuraban de los campos. Si se les sorprendía burlándose de los ancianos, los sacerdotes o los dioses el castigo era más severo: se colocaban chiles (ajies) sobre un comal de tal manera que eran colocados sobre el humo urticante hasta provocarles el llanto.
Cuando cumplían los doce años, tanto varones como mujeres eran formalmente admitidos como adultos en la sociedad mediante una ceremonia denominada Caput zihil, o "la bajada del Dios" que era un evento colectivo donde el sacerdote los purificaba con ayuda de los Chakes mediante asperciones de agua y humo de tabaco. En esta ceremonia estaban presentes ambos padres, familiares y padrinos de los jóvenes. El sacerdote cortaba la coleta de los varones y las madres retiraban la concha roja que usaban las niñas, acto seguido se les vestía con sus primeras ropas — ex o taparrabo en el caso de los varones y huipil o sarong entre las niñas — y ya no se les permitiría andar desnudos a partir de entonces. A partir de entonces se les consideraba formalmente adultos y podían participar en las actividades de la sociedad e inclusive casarse. Las jóvenes se retiraban a casa de sus padres para terminar de aprender las labores del hogar, mientras que los varones eran conducidos a las casas colectivas donde a partir de entonces aprenderían formalmente el oficio al que fueron predestinados. Allí además se les entrenaba en los deportes: juego de pelota, lanzamiento de jabalina , arco y en fin en el arte de la guerra, los rituales, y el conocimiento de los dioses y su culto; y en el mejor de los casos aprender a interpretar los glifos y algunos cálculos matemáticos para volverse auxiliares de sacerdotes. Todos debían pintar sus cuerpos de negro para resaltar su condición de soltería. Solo cuando se uniesen en matrimonio dejarían de pintarse la piel de este color. Por regla general las mujeres se casaban pasados los 14 años y los varones los 20 años. A partir de entonces todo su destino estaba sometido a la voluntad de los dioses que hablaban a través de sus sacerdotes.
Objetivos de la Educación
Los objetivos de la educación entre los mayas era de servir al pueblo, a su religión y a su familia, el amor al trabajo, la honradez, la continencia sexual y el respeto debían ser las cualidades fundamentales en el hombre y en la mujer, la educación comenzaba en el hogar y estaba a cargo de los padres posteriormente era continuada por maestros y sacerdotes.
Lugares Dedicados a la Educación
En relación a los espacios físicos dispuesto para la educación maya, mantenían diversos sitios, como palacios, milpas, templos, campos de batallas, pirámides y plazas, entre otros que se consideraban lugares educativos.
Específicamente en los palacios, contaban con sitios específicos donde se impartía el conocimiento. En el periodo postclásico se establece la Kambesaj Naj, “casa para enseñar y aprender. En otro sitio, la Popol Na una autoridad dirigía los actos educativos. Otro hecho relevante es que en el idioma maya están contempladas palabras y terminologías que tratan sobre el proceso de educativo: Aj Ka’anbal (alumno), Aj Kambesaj (maestro), Ma’Ojelil (ignorancia), Ts’iib (escribir), K’aanbal (aprender), E’saj (enseñar), Weet Ka’anbal (condiscípulo).
véase también: https://www.youtube.com/watch?v=gZucowVFzgI
Cultura Azteca
Al fundar la ciudad de Tenochtitlán los aztecas se asentaron definitivamente hasta la llegada de los españoles. Habían salido de Aztlán (lugar que desconocemos) convencidos por el dios Huitzilopochtli para buscar un sitio nuevo. Tras un camino largo y duro llegaron al Valle de México. Se establecieron en Chapultec, pero fueron expulsados de allí. Pidieron al señor de Colhuacán una tierra donde ir, y él les dio Tizapán, lleno de serpientes venenosas; pero no fue problema porque ellos se las comieron asadas. Pasado el tiempo pidieron al señor del pueblo vecino (los culhuas) que les entregara a su hija para casarla con el dios. La muchacha fue ofrecida en sacrificio y cuando lo supo su padre, tuvieron que huir hacia los lagos. Esto era ya en el año 1323. En el lago Texcoco vieron una señal del dios: un águila, en un nopal, devorando a una serpiente; y fundaron allí la ciudad de Tenochtitlán, que significa donde está el nopal silvestre.
Cultura, Lengua y Escritura
Los aztecas, y tal vez ya los teotihuacanos mil años antes, hablaban una lengua llamada náhuatl. La escritura mezclaba pictogramas, ideogramas y signos fonéticos. En sus escritos queda reflejada su propia historia, geografía, economía, religión...
Algunos códices han llegado hasta nuestros días. De ellos el conocido como Códice Borbónico es anterior a la llegada de los españoles. Es un libro-calendario con dos partes, la primera un libro de los destinos (tonalamalt) y la segunda las fiestas de los meses (xiuhpohualli). Los poemas aztecas podían ser recitados o cantados al ritmo de tambores y trompetas. Algunas veces incluían palabras que no tenían ningún significado y que sólo servían para marcar el ritmo. Frecuentemente eran dedicados a los dioses, pero también trataban de otros temas como la amistad, la guerra, el amor y la vida. Algunos reyes fueron famosos poetas, como por ejemplo Nezahualcoyotl de Texcoco (1402-1472).
Creencias
Según los aztecas el mundo fue creado y destruido cuatro veces. Luego fue creado por los dioses por quinta vez. Ellos hicieron la tierra y la separaron del cielo. Después el dios Quetzalcóatl creó los hombres y las plantas que los alimentan.
Leyes
Las leyes eran muy severas. Como en otras culturas antiguas los castigos eran diferentes según fuera el delito y el rango de quien lo cometía. Generalmente el castigo era más duro si quien había cometido el delito era un funcionario o noble importante.
Existía la pena de muerte para los delitos de asesinato, traición, aborto, incesto, violación, robo con fractura y adulterio. En este ultimo caso se procedía a la lapidación aunque la mujer era estrangulada previamente. Los guerreros podían escapar de la pena de muerte aceptando un destino permanente en zona fronteriza.
La embriaguez era considerada delito. Sólo era permitida, en algunas circunstancias, para los ancianos y los guerreros profesionales. El castigo podía ser la muerte o el rapado de cabeza (si era la primera vez que alguien no importante cometía esta falta).
Educación
Las chicas eran educadas por sus madres en casa para realizar las tareas del hogar. Sólo las nobles podían ir a aprender a una especie de monasterio donde vivían hasta el momento del matrimonio. Para los chicos había dos tipos de escuelas: el telpochcalli y el calmecac. En el primero se estudiaba en la escuela pero se iba a dormir a casa; el segundo era un internado prácticamente reservado a los nobles. La enseñanza de la religión era muy importante , pero también se aprendía escritura, lectura, historia y música.
La educación era importante pero se diferenciaba la enseñanza de los nobles, desarrollada en escuelas especializadas (calmécac) de la que recibían los macehualtín, los no privilegiados. La formación de la élite debía ser más completa, ya que eran ellos los que ocuparían cargos importantes en el ejército y en la administración; eran formados en derecho, historia, astronomía, religión…, pero también en poesía y canto.
Como la guerra tiene una importancia en esta cultura, la educación estaba orientada hacia la guerra con la preocupación de que los jóvenes fuesen formados en una serie de conocimientos y prácticas, y en un sentimiento de unión entre ellos. Es de notar también que la enseñanza de la religión era muy importante, pero también se aprendía escritura, lectura, historia y música.
A los muchachos se les enseñaban las tareas que hacían los padres. Y las hijas se quedaban a casa con sus madres, para aprender las tareas del hogar (limpiar, cocinar…). Sólo las nobles podían ir a aprender a una especie de monasterio donde vivían hasta el momento del matrimonio. Para los chicos había dos tipos de escuelas: el telpochcalli (estudio en la escuela pero se dormia en la casa) y el calmecacn (internado).
véase también: https://www.youtube.com/watch?v=2N1nX6whvSs
Aportaciones en la Educación en el México Prehispánico
Los pueblos del México prehispánico, en general, nos dejaron numerosas muestras de su gran desarrollo cultural. Mayores testimonios escritos tenemos en el caso de los nahuas, de sus valores y sabiduría, de la antigua palabra que transmitían a través de las metáforas de las flores y los cantos (in xochitl, in cuicatl). Sabemos de una educación muy rigurosa pero también inmersa en una filosofía para adquirir un rostro y un corazón (“in ixtli, in yolotl”), que diera sentido a la vida.
Educación
Alfredo López Austin ha llamado el “templo-escuela”, el binomio que refleja el gran vínculo entre religión y educación. Era el lugar por excelencia donde niños y jóvenes de ambos sexos se formaban y adquirían los conocimientos necesarios para asumir los diferentes papeles que se les asignaba en la sociedad prehispánica. Se trataba de una mezcla entre prácticas (como los sacrificios y penitencias) y técnicas (como leer e interpretar los calendarios ritual y solar). Su ingreso y permanencia variaba de acuerdo a sus orígenes y destinos; podía ser desde unos años hasta indefinidamente si decidían ser sacerdotes. Las escuelas existían en todos los barrios (calpullis).
En ellas se daba la formación moral e intelectual y se enseñaba el trabajo productivo (las técnicas agrícolas, la construcción de canales u obras hidráulicas, la arquitectura y la preparación militar). Además se aprendía danza, canto y música, entre otras artes. Las mujeres tuvieron escuelas paralelas para obtener la preparación relacionada con sus atributos y su utilidad pública, algunas eran llamadas ichpochcalli (“casa de las jóvenes”),.
La Palabra y Los Oficios
Los discursos y consejos formaban parte muy importante de la educación, legitimaban y fortalecían la ideología y el orden establecido, por medio de la transmisión de valores morales tanto en las escuelas como en el hogar.
Ejemplo de ello son los huehuehtlatolli o “la antigua palabra” (discursos, enseñanzas o testimonios) como nos explica el historiador Miguel León-Portilla. Entre ellos tenemos los pronunciados en ocasiones especiales: nacimientos, enfermedades y muertes; matrimonios, embarazos y partos. A estos se suman los añorados discursos para ser buenos gobernantes que si no cumplían con su misión les esperaba “la piedra y el palo”.
En cuanto a los oficios, la regla general es que eran heredados y adquiridos por los varones a través de sus padres: hacer petates, cestería, alfarería, metalurgia, arte plumario, trabajo en pieles, obsidiana, cerámica, redes y cordones, técnicas agrícolas, pinturas u otros trabajos mecánicos que proveen sustentos. Los oficios de las mujeres transmitidos a través de la madre: debían “hacer bien de comer”, ser buenas molenderas, hacer “las diferentes maneras de tortillas”. Se les preparaba en el oficio de madre y esposa, para ser parteras o curanderas, así como para hilar y tejer, sembrar y labrar, teñir y pintar telas, vender diferentes productos.